PICASSO: Hoy a la mañana dibujé una paloma, se la dí al pibe del almacén y me compré un desayuno. Al mediodía dibujé un toro y me comí unos chorizos. Dormí toda la tarde. Necesité dos Apolos y tres cafés para despabilarme. Neptuno en carroza me obtuvo un pescado decente para la cena. El vino lo pagó Afrodita en pelotas.
VOZ: ¿Y no tenés miedo de quedarte sin ideas?
PICASSO: No, mientras tenga hambre...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
paseando por otros lares , me encontré con tu blog, buen descubrimiento, humor lúcido, buenos textos...
y si, siempre somos d descubiertos por el portero, a veces ni eso...
en un bunker de pza san martín ? no lo creo...
Publicar un comentario